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La ITV es el equivalente español de la ITV para todos los vehículos de motor. En España, la ley obliga a pasar la ITV a los 4 años y a los 2 años, y a los 10 años hay que pasarla cada año. En el Reino Unido los vehículos tienen que ser probados cada año cuando llegan a los 3 años.Las tarifas para una prueba varían en función del combustible y si tienen un convertidor catalítico – la tarifa más barata es de 44,13 € para un coche no catalizado, 50,94 € con y el aumento de 65,25 € para un coche diesel.Usted puede reservar la inspección de la ITV a ti mismo en línea en www.applusiteuve.com – incluso hay un botón de idioma en la esquina superior derecha para cambiar en Inglés. Haga clic en “Online ITV appointment” y le llevará a la siguiente pantalla donde usted elige su tipo de vehículo: coche y si la gasolina o el diesel y la estación de prueba correspondiente a su área. Para la zona de Benidorm pincha en “Comunidad Valenciana”. A continuación, haga clic en Benidorm y todas las citas disponibles aparecerán en gris oscuro para las siguientes 3 semanas. Marca el día y la hora que quieras – la primera cita es a las 8 de la mañana, y tienes que rellenar la matrícula del coche, tu nombre, número de contacto y correo electrónico – donde se enviará un correo de confirmación al que tienes que responder, para confirmar la cita. Entonces ya está todo listo.
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En la revisión de la ITV se tienen en cuenta aspectos visuales como el desgaste de los neumáticos o si falla alguna luz, así como aspectos más técnicos que requieren de una máquina para comprobar su estado. Es el caso de los frenos o los gases de escape, entre otros.
En esta ocasión vamos a hablar de la prueba de gases de escape para vehículos de gasolina y próximamente hablaremos de la prueba de opacidad, para diésel. Para la medición de los valores, el coche debe estar caliente y se introducirá una sonda de medición en el tubo de escape. A continuación veremos cómo se realiza la prueba y los valores aceptados.
En estos vehículos hay que distinguir si equipan catalizador o no (seguramente el nuestro lo tiene). Si el vehículo no lo equipa, sólo se medirá el valor de CO con el motor al ralentí. Los vehículos matriculados hasta el 1 de Octubre de 1986, pueden dar un valor máximo de 4,5% vol de CO. Si la fecha de matriculación es posterior, el máximo se establece en 3,5% vol de CO.
En el caso de que nuestro vehículo haya sido matriculado antes del 1 de Julio de 2002, el valor de CO al ralentí debe ser como máximo de 0,5% vol, mientras que al ralentí rápido el valor máximo se establece en 0,3% vol. En los coches matriculados a partir del 1 de Julio de 2002, los valores disminuyen, siendo el máximo al ralentí 0,3% vol de CO y al ralentí rápido 0,2% vol de CO. El valor lambda debe ser siempre de 1,000, con una tolerancia de +- 0,03.
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Ya sean coches diésel, gasolina o híbridos, las pruebas de gases son uno de los aspectos más importantes en lo que tiene que ver con la inspección técnica del vehículo, la ITV. Porque si; en el caso de los híbridos, aunque sean más favorables al medio ambiente, siguen necesitando pasar pruebas como esta, y en el caso de los convencionales aún más. En fin, no hay que tener miedo. Así que puedes pasarla.
El proceso de pasar la Inspección Técnica de Vehículos, la ITV, además de ser obligatorio en su caso, es una garantía de que el vehículo que conducimos es seguro y cumple con la normativa medioambiental. Es algo por lo que todos tenemos que pasar en algún momento, y sí; al igual que con los gasolina más convencionales, esto también es para los que son coches híbridos o de gas, indistintamente.
Una de las pruebas en las que muchos se centran, y que la convierten en una de las más complicadas para ciertos coches y conductores, es la que tiene que ver con la prueba de gases, que resulta ser una de las más difíciles de pasar. , especialmente para los que utilizan un motor diésel y, por tanto, también para los híbridos. Si el resultado es desfavorable, es lo que se conoce como “exceso de humo”.
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En este caso, se llama Prueba de Opacidad y mide, como su nombre indica, la opacidad de los gases de escape con el opacímetro. Es decir, lo que se mide en esta prueba es la carbonilla o el humo negro que sale del escape.
Si al dar un fuerte acelerón, nuestro coche emite humo negro, puede que no pase la prueba de opacidad. Una recomendación es que, cuando vayamos a pasar la ITV, es darle una pequeña alegría al motor y apretar un par de marchas hasta la zona roja. Con esto podremos hacer una limpieza que nos vendrá muy bien para la prueba que realizan en la ITV.
El procedimiento para realizar esta prueba difiere un poco del explicado para los coches de gasolina. En primer lugar, es importante que la temperatura del motor sea cercana a los 80º C. Antes de realizar la prueba, el inspector debe medir el nivel de aceite para comprobar si es correcto, si no está entre el mínimo y el máximo, no se puede realizar la prueba.
La prueba, como norma general, debe realizarla el inspector de la ITV y consiste en acelerar a fondo el coche, en los vehículos automáticos se acelerará un poco menos, unos 2/3 del total. La aceleración se repetirá normalmente varias veces para obtener un resultado fiable.
